A pesar de
mi corta edad soy testigo de un ayer de talentos y entretenimientos, porque si,
en mi opinión cuando de telenovelas hablamos mi país es pionero en historia
dramáticas, actuaciones estelares, y productos para exportar. Mayor ejemplo de
esto es recordar: Kassandra de la década de los 90, Mi gorda Bella en el año
2003, Todo el Ciclo Martin Hahn (Angélica Pecado, La Mujer de judas y
Estrambótica Anastasia), y como no recordar esos clásicos ochenteros como
Señora, Abigail, Cristal, La dama de Rosa, El Desprecio, Leonela, un sin fin de
dramáticos que posicionaron siempre el
nombre de Venezuela bien en alto. Pero así como los dramáticos hacen vibrar a los
televidentes, hay un factor, yo diría mucho más fuerte en ellos, que convierte
una telenovela en un clásico y me refiero a la acertada y limpia actuación de los actores tanto principales como
secundarios. No hay nada mejor que ver una historia apasionada con una
actuación impecable. De eso teníamos bastante en Venezuela, en aquel ciclo de
oro de la televisión venezolana, eran actuaciones magistrales, personajes que
hasta hoy día recordamos con cariño y actores que siempre estarán en nuestros
recuerdos.
RCTV era la
principal casa de todos estos actores y dramáticos, sin dejar de reconocer los
demás canales de producción nacional, que obviamente posicionaban sus
dramáticos cuando de talento se trataba. Este canal ubicado en la capital del
país, Caracas, fue el tercer canal fundado en Venezuela, y ustedes no saben el
significado que realmente tiene en la vida de todos y cada uno de los venezolanos,
señalo esto porque sé que la mayoría de ustedes no sabe y no conoce de lo que
hablo en mis artículos, pero los invito a indagar un poco más.
Radio Caracas Televisión, correspondiente a
sus siglas, fue una de las cadenas televisiva más importantes en todas las
épocas en las que existió, con una marcada tendencia a mostrar lo que tenía que
mostrar y a informar lo que tenía que informar, se convirtió así en una piedra
en el zapato para el gobierno de turno, el cual decidió no renovar su concesión
y para Mayo de 2007 RCTV deja de transmitir para todos los venezolanos. A casi
9 años de su ausencia aún lo recuerdo con mucho cariño porque con él reí, lloré
y estuve realmente informado de lo que acontecía en mi país en vísperas de una
dictadura anunciada. Pero en fin, en este espacio no detallare el duro golpe a
la sociedad venezolana, no, en este espacio pretendo resaltar el duro golpe a
la televisión, a los dramáticos y al mundo artístico venezolano en general.
Para nadie
es un secreto que del 100% de las telenovelas que antes se originaban en
Venezuela, hoy la producción ha caído a un 20% aproximadamente. Antes teníamos
telenovelas a la 1 de la tarde, a las 9, a las 10 y a veces hasta a las 11 de
la noche. Era un área aclamada del sector laboral para esos actores que querían
mantener su estampa viva en el país, pero hoy, se ha trasformado en un sector
casi abandonado que a duras penas flota en un mar turbio y muy duro.
Han pasado
varios años desde la última vez que vi una telenovela producida y transmitida
por su RCTV, en aquel momento como cadena Internacional, transmitida por una
operadora de cable en muchos de sus intentos fallidos por regresar al aire. Se
llamaba Toda una Dama, protagonizada por Christina Dieckmann, Nohely Arteaga,
Ricardo Álamo y Roberto Messuti, fue un remake de la telenovela Señora
escrita por José Ignacio Cabrujas, un gran escritor, para todas nuestras épocas.
Realmente para mí fue una sorpresa ver que a pesar de tratarse de un remake,
las actuaciones y la un tanto modificada, libre y contemporánea versión escrita
por Iris Dubs, fue excelente. No podía pedírsele más a ningún actor de esta
renovada versión, a pesar de tener mis dudas con Christina, logró dar vida al
personaje y le concedí un espacio que fui testigo aprovechó al máximo. Y si hablamos
de Nohely, una estupenda estampa, una memorable actuación, siempre la he
aplaudido y para los que me conocen saben que Imperio Laya llegó a ser casi una
obsesión.
Es normal
pensar que los remake sean una cruel y burda versión de un original, y a veces
no por la historia sino por el intento de actuación. No quiero caer en polémica
pero podemos ver el reflejo de esto en los muchos intentos de México por
versionar telenovelas de otros países
hermanos, en su mayoría tienden a ser un completo fracaso. Pero en Venezuela no
es todo color de rosas, también tiene sus desaciertos y ahora nos vamos a la
actualidad, en pleno escenario del 2016 y con apenas 4 capítulos al aire por
otro canal nuestro llamado Televen, Piel salvaje llega a nuestras pantallas
como un remake de La fiera, exitosa telenovela escrita por otro grande
como lo fue Julio César Mármol. Ésta, no es la primera versión, ya en la década
de los 90 Lilibeth Morillo, la hija del Puma Rodríguez y Lila Morillo nos
deleitó con una versión que a pesar de no superar la original, llenaba las
expectativas de los venezolanos que ya habían disfrutado de una memorable Doris
Wells. Lamentablemente en la actualidad no podemos decir lo mismo. Esta versión
escrita por Martin Hahn, mi escritor favorito: vale resaltar, ha marcado un
punto y aparte de sus antecesoras. Y no me refiero a la historia como tal, que
a pesar de no cumplir con la idea original, nos muestra una imagen más fina y
refinada. En este caso el peso total cae en las actuaciones, el gancho del
televidente se ha perdido totalmente y es lamentable que un papel tan fuerte y
característico se haya entregado en manos todavía inexpertas.
Para nadie
es un secreto que el famoso concurso Miss Venezuela ha impulsado a muchas de
sus concursantes, ganadoras o no, a protagonizar nuestros más exitosos
dramáticos, un fiel ejemplo de esto sería destacar a: Eluz Peraza, Alicia
Machado, Mariangel Ruiz, la fallecida Mónica Spears, la ya internacional
Gabriela Spanic, la espectacular Astrid Carolina Herrera, nuestra Maite
Delgado, Scarlet Ortiz, Gabriela Vergara, Marjorie de Sousa, Norkis Batista y
así como estas, muchas más. Unas pudieron ganar el concurso de belleza, pero
otras con menos suerte apenas figuraron en cuadros finales, pero su ambición
artística las lleva a incursionar en el mundo de los dramáticos venezolanos,
desde los papeles más pequeños hasta demostrar su carácter y talento,
llevándolas a ser las queridas protagonistas o las aborrecidas villanas de las
historias. Es muy fácil reconocer el talento de Astrid Carolina en una insuperable
Mujer de judas, una acertada y hermosa Victoria Guanipa, en Norkis Batista o
fácilmente una enigmática Inma Von Paker en manos de una inexperta Mariangel
Ruiz, pero a pesar de esto en muy pocos y lamentables casos el talento parece
no florecer, es allí en ese preciso detalle cuando regresamos a la actualidad
con Piel Salvaje, con un personaje protagónico que a distancias resalta un desafío
para cualquier actriz y una oportunidad de figurar ante muchas otras, es una
mujer de carácter fuerte, indómita, hermosa y que destaca un trastorno de
personalidad arraigado a ese duro carácter que la convierte en toda una fiera,
un personaje sin duda que demanda de una actuación muy delicada para no pasar
de lo fiera a lo ridículo, para no mostrar una sobreactuación con muy poco
control sobre la energía y expresión corporal, para no dejar pasar los matices
necesarios y para lucir una actuación sincera. Lamentablemente al ver a la ex
Miss Venezuela Irene Esser en las pantallas de Televen, vemos una actriz
inexperta y en ese preciso momento recordamos sus trabajos pasados en donde no
muestra control, ni expresión, ni concentración en sus actuaciones, es más bien
un resaltado caso de exageración.
Es lamentable dejar en manos tan inexpertas
personajes como estos, no quiero dejar todo el peso en esta hermosa joven, es
más una duda que se siembra al preguntarnos ¿cómo son esos casting? ¿Por qué se
permite que una actriz con tan poca experiencia llegue a protagonizar una
telenovela? No quiero parecer un verdugo para la joven, no le niego la
oportunidad de incursionar en el medio, no niego que poco a poco ha ido
mejorando en ciertos detalles, ciertas expresiones que en sus anteriores
dramáticos dejaba pasar, pero el hecho de estar ante una responsabilidad tan
grande como lo es un protagónico, me parece un arma de doble filo, es decir, a
mi parecer un protagónico o un antagónico no es escuela de instrucción para un
actor neófito, por el contrario, es el escenario en donde los que tienen
trayectoria nos demuestran porque han llegado hasta donde han llegado y porque
siguen en nuestras pantallas año a año. No le niego la oportunidad a nadie a
incursionar en los dramáticos, pero así como Mariangel Ruiz fue una secundaria
secretaria en Cosita Rica, Norkis Batista un símbolo sexual de muy poca
importancia en Juana La virgen, Irene, debió emprender por donde empieza todo
aquel que aún no se puede llamar actor principal. Aplaudo sus ambiciones, sus
esfuerzos, pero una cara bonita no basta para hacerle frente a un dramático,
eso para mí es muy importante. Cuando vemos los dramáticos de Brasil, Argentina
o Chile no vemos precisamente las caras más bonitas o las ex reinas de belleza
que no han figurado en nada, vemos mujeres y hombres que actúan con sello de
calidad y que dejan bien en alto el nombre de sus países, algo de eso debería
aprender Venezuela en un futuro.
Irene por
otra parte tiene que seguir experimentando y dar el todo en su trabajo,
vincularse un poco más a la teoría del sistema Stanislavski para desarrollar
personajes de talla y envergadura. Es indudablemente una joven hermosa que
puede llegar a hacerse un nombre en ese dificultoso
y tan querido mundo de la televisión y el cine, si a eso es a lo que ella
quiere llegar.
0 comentarios:
Publicar un comentario