Después del golpe
Hacia cero, hacia el momento final, hacia lo conocido y lo desconocido, hacia una posible muerte, una posible tristeza o quizás una posible felicidad.
Habíamos planeado tanto ese momento, la esperanza estaba presente, pero también el miedo, el miedo a eso que no conocemos, el miedo vulgar, ese que hasta el mas fuerte experimenta.
Después de mil tristezas parece que la luz se encuentra al final, pero que hace aquel que no confía en las predicciones simples de un mortal. Había llorado mil veces y reído quinientas mas, no hay nada estable, pero si existe el deseo de cambiar todo lo vivido aunque sea un miserable intento, aunque sea una vez en la vida, quizás fracase, quizás me toque llorar, pero me voy con la fortaleza del intento y sé que en adelante muchos caminos se abrirán.
Hoy tengo miedo, sin mucha diferencia de ayer, aunque sé que el miedo no existe, hay algo dentro de mi que se ajusta a su elaborada descripción.
Si me haces daño me voy con la ilusión de haber vivido algo a tu lado, si me haces feliz estaré y sé que en un punto huiré, pero me iré con la ilusión de haber vivido por primera vez.
El que llora después del golpe es solo porque quiere, porque luego de él solo queda una gran enseñanza, solo queda aprender.
Luis Mazzanti
05/08/2010
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