Un rio en El Sahara
Mientras caminaba por aquel solitario paraje, era de día, era de noche, estaba claro y estaba oscuro, todo me daba igual, todo aquello que veía a mi alrededor no sabía si era verdadero o falso, solo sabía que era, que estaba y que de alguna forma no parecía acabar.
Llevaba conmigo solo mi inmunda ropa, llevaba conmigo un inmenso cansancio, mi frente perlada en sudor, y un apetito voraz que no sabía con que saciar. Ya hacía mucho que estaba caminando, no sabía a dónde ir, no sabía por qué seguir andando por este yermo paraje...