domingo, 21 de abril de 2013

Pensar es de Valientes

Había una vez… había una vez porque es un tiempo que pasó, una época que ya ha terminado, o simplemente Había una vez, porque es solo cosa de cuentos, de ilusiones, de ficción.
Se llamaba respeto, muchos vociferaban sobre él, unos cuantos decían tenerlo, otros simplemente exigían su práctica, pero era extraño, nadie sabía realmente de que hablaban, de que se trataba aquella palabra tan repetida, era algo bueno? O al contrario, se trataba de algo malo?, la duda los invadía, pero en secreto lo mantenían, era más sencillo seguir murmurando, puesto que todo el mundo lo hacía, todos decían que merecían ser respetados y presumían ser respetuosos. 
Era más fácil estar determinado por el ambiente que te rodea que intentar emprender un ideal propio, hoy día parece que pensar es complicado, parece que pensar es cosa de valientes. 
Un día uno de esos cobardes intentó pensar, no se le hizo difícil, en aquella oportunidad logró darse cuenta de que el respeto se trataba del reconocimiento del valor de una persona, “EL VALOR DE UNA PERSONA” se repetía constantemente… Quien es esa persona ? Se preguntó. Acaso seré yo? Acaso ese valor que deben reconocer los demás es mío? Pero… Cuanto valgo yo? Cómo los demás pueden reconocer mi valor, si ni siquiera yo mismo lo conozco?
Cuando el cobarde comenzó a hacerse preguntas, se sintió un poco más valiente, no tenía las respuestas pero por lo menos tenía muchas preguntas que necesitaban ser respondidas, era un gran avance para ese mundo tan oscuro de la cobardía, ya había comenzado a pensar y estaba poco a poco dejando a un lado la dependencia de pensamientos que estaba experimentado.
Una tarde, después de una jornada de trabajo una idea rodeó su cabeza, era una pregunta más, quizás aquella lo acercaba más a esas respuestas que tanto necesitaba y que los demás no podían responder en su condición de dependientes, quizás ya estaba más cerca de entender como se jugaba con el respeto, de que se trataba.
Que tal si yo tengo que reconocer primero mi valor como persona? Es decir, y si soy yo el que tiene que respetarse primero? Eso tiene más sentido, claro… Si yo reconozco mi valor como persona puedo darlo a conocer, es mas, yo podría plantear límites para los demás, en tal caso yo sabría hasta donde pueden llegar, y hasta donde puedo llegar yo mismo. Y además sería algo mutuo, todos estarían poniéndolo en práctica, y así nadie tendría porque traspasar los límites de los otros, es sencillo. 
Creo que lo he entendido todo. Y hasta parece divertido, puesto que puedo exigir su práctica hacia mi persona tomando en cuenta que yo ya soy una persona respetuosa , una persona que vela por sus intereses, capacidades, preferencias, miedos o sentimientos y por los de los demás. Yo sería todo un respetuoso, y hasta bonito suena, creo que sí, creo que he entendido todo, de aquí me voy a contarle a los muchachos, sé que se reirán pero luego entenderán. Y de esto voy a seguir buscando, porque sé que no termina ahí.
Y así el cobarde se fue y les contó a todos su nuevo hallazgo, muchos se rieron como lo había predicho, pero luego entendieron su mensaje, comprendieron de que se trataba e intentaron indagar un poco más sobre aquella palabra tan extraña.
@MazzLuiggi: Las personas deben respetarse a sí mismas para luego poder exigir respeto de los demás.
Es una de las tantas cosas que podría decirse sobre esto. Me da un poco de vergüenza y pena ajena tener que hablar de ellos, de esos que creen que una acción realizada y repetida por un número mayor de personas es correcta, pues no lo es, antes de todo debemos preguntarnos si va en contra de nuestros principios, preguntarnos si nos estamos respetando a nosotros mismos. Es triste pensar que actuar como el resto del mundo es un estilo de vida, es triste, realmente triste ver mentes tan vacías, ver y escuchar personas que se valoran tan poco, ver y escuchar jóvenes que no tienen ni siquiera el ideal de querer algo mejor para su vida, para su entorno, para sus sucesores. Para muchos seré un hipócrita, pero es la verdad. No se cansan de equivocarse, ya no se permiten apostar por algo mejor, están acostumbrados a perder y no ven más allá de sus narices.
A veces se vale pensar por uno mismo, caminar por nuestros propios caminos, pensar en lo mejor, tomar en cuenta lo que queremos, avanzar hacia donde queremos llegar y hacer lo que queremos hacer.
Es cierto, la vida es corta, la vida es difícil para perder tiempo pensando, es cierto, dicen unos cuantos, pero también es cierto que seguir un rebaño de equivocados no hace tu vida mejor que la mía, también es cierto que al final de las sumas se comparan los resultados y para su mayor dolor, también es cierto que hoy día pensar es de valientes.
Luis Mazzanti

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